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Las frágiles paredes de los silos cedieron ante la presión que ejercieron más de 40,000 libras de café. Demoró más de ocho horas el rescate. |
Villanueva, Cortés. Seis trabajadores de un beneficio murieron ayer asfixiados y aplastados, al caerles encima 20 toneladas de café y las paredes de dos silos. La estructura colapsó al no resistir la presión de las 40,000 libras del grano que se almacenaban en el lugar, según el informe preliminar de las autoridades competentes.
El incidente se produjo a eso de las 8:30 de la mañana, cuando los obreros Mario Rosales, Juan Ponce, Miguel Quintero, Wilmer Antonio Ríos Aguilar, Óscar Eduardo Guzmán Quintero y el capataz Julián López estaban trabajando en la nave de la empresa Honducafé, dentro la cual están instalados seis silos y la bodega de almacenamiento de esa compañía.
Los infortunados obreros tenían una hora de haber empezado sus labores cuando las paredes de los dos silos de los cuales estaban sacando el café para llenar sacos y estribarlos se vinieron abajo por la presión de las 40,000 libras del grano que había en las dos estructuras. En el sitio estaban trabajando doce obreros, seis de los cuales milagrosamente sobrevivieron.
De los sobrevivientes cuatro salieron ilesos y los otros dos, identificados como Juan José Herrera y Cristian Nahúm Hernández, resultaron heridos. Los cuerpos de los seis trabajadores quedaron atrapados entre las toneladas de café a granel y los vestigios de concreto que cayeron en el pasillo de tres metros, que hay entre las estibas de los sacos y los silos.
AGOTADOR RESCATE
Los obreros que lograron sobrevivir se salvaron porque fueron auxiliados por sus compañeros que se encontraban arriba de la estiba donde estaban colocando los sacos que las víctimas habían llenado y costurado. Los hoy occisos no pudieron ser salvados porque las 40 toneladas de café y las paredes les cayeron encima antes de salir del pasillo.
Siete unidades del Cuerpo de Bomberos de San Pedro Sula llegaron al beneficio de café media hora después de la tragedia, y con la ayuda de 30 elementos de la 105 Brigada de Infantería y unos 30 compañeros de las víctimas empezaron las labores de rescate.
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El bombero Salinas se apresta a retirar el cuerpo de uno de los jornaleros que murió boca abajo sobre las toneladas de café. |
El rescate lo tuvieron que hacer a pura pala, almádanas, rota martillos y cubetas, porque el espacio en que quedaron los cadáveres es reducido, lo que imposibilitaba hacer uso de equipo pesado. Las labores de rescate terminaron cerca de las seis de la tarde.
ESTABAN MAL CONSTRUIDOS
El mayor del Cuerpo de Bomberos, Danilo Flores, manifestó que en la inspección de ayer, mientras rescataban los cuerpos, detectaron indicios de que los silos que colapsaron estaban mal construidos.
Flores afirmó que los soportes de amarre de las paredes eran muy frágiles y por eso el peso del café provocó que la estructura cediera y soterrara a los obreros. Indicó que tuvieron que hacer unos boquetes en las paredes que quedaron en pie para librar la presión y sacar parte del café que había en el área de rescate.
EMPRESA PAGARÁ GASTOS DE ENTIERRO
Víctor Perelló, apoderado legal de la empresa Honducafé, manifestó que la empresa lamenta lo ocurrido. Perelló dijo que la compañía asumirá los gastos mortuorios y en lo que puedan ayudarle a los parientes para enfrentar los momentos difíciles que están pasando por la pérdida de sus seres queridos. Afirmó que los fallecidos eran empleados eventuales y aclaró que Honducafé le compró hace poco a un banco las instalaciones ya hechas.
DOLOR Y LUTO
Entre los parientes, la consternación era indescriptible. Suyapa Hernández, quien perdió a su compañero de hogar, Juan Ángel Ponce Ramos, y a su primo Miguel Ángel Quintero Díaz, no podía contener las lágrimas.
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El último cuerpo rescatado fue el de Mario Rosales, a eso de las 6:00 de la tarde. |
Ponce residía en la colonia Sabillón Cruz, de Chamelecón, tenía tres hijas y era el encargado de llevar alimento a su hogar. “Esta es una tragedia terrible, ellos no merecían morir así, eran hombres trabajadores”, expresó Hernández. Miguel Ángel Quintero, 20, era originario de Colomoncagua, Intibucá.
PRESENTIMIENTO
“Mi hijo ya me había dicho que las paredes estaban rajadas, yo le dije que ya no fuera a trabajar, pero él era quien me ayudaba. Ellos ya presentían el peligro, tenían miedo”, fueron las palabras de Concepción Quintero, madre de Óscar Eduardo Guzmán Quintero, 17; el menor tenía semana y media laborando en el beneficio de café.
“La muerte de mi hijo no puede quedar impune, tienen que castigar a los dueños de esta empresa”, exigía entre el llanto la dolida madre.
TEMOR
“Escuché un estruendo y de pronto la pared ya se venía sobre mis compañeros. Les grité que corrieran pero era tarde; éramos muy unidos y cuando comprábamos un refresco lo compartíamos entre todos”, expresó acongojado José Alberto Guzmán, otro jornalero.
LOS HERIDOS
Christian Hernández y Juan Herrera, dos jóvenes sobrevivientes, relataban los momentos de angustia que vivieron. Ellos fueron trasladados por la Cruz Roja a la sala de Emergencia del hospital Mario Rivas a eso de las 10:30 de la mañana y fueron atendidos inmediatamente.
Uno de los jóvenes apenas tenía dos días de haber comenzado a laborar en la empresa, el otro, dos semanas. “Estamos vivos de milagro”, dijeron los dos. “La pared ya estaba rajada por la parte de en medio, en ese momento estaba sacando café para llenar el saco, por un hoyo que había, cuando escuché que uno de mis compañeros gritó ‘se cae la pared, corran’ y de repente vi que venía la pared hacia abajo, no hice otra cosa más que gritar e intenté huir de donde estaba, pero avancé un poco y me caí. Sentí un fuerte golpe en mi cabeza; creo que perdí la razón, pues luego ya estaba en el hospital”, relató uno de ellos.
LAS VÍCTIMAS
1. Mario Rosales
2. Juan Ponce
3. Miguel Quintero
4. Wilmer Antonio Ríos
5. Óscar Eduardo Guzmán
6. Julián López