(Agencias).- La cafeína es un compuesto que suele ser tóxico para los insectos, salvo para su plaga: la broca del café o Hypothenemus hampei. Hace más de 100 años, en 1901, se reportó por primera vez su presencia y 20 años después fue ratificada en cafetales de Indonesia y Brasil, a miles de kilómetros de distancia, casi cien años después, en el año 2000, estaría invadiendo a Costa Rica. Un estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley reveló que estos insectos son “inmunes” a la cafeína gracias a su microbiota intestinal, que la descompone y le permite digerirla.
Javier Ceja Navarro, titular del estudio presentado en la revista Nature Communications, explica que la broca del café es la plaga más importante en plantaciones comerciales del grano y afecta a, prácticamente, todos los países productores del mundo, pues reduce el rendimiento del cultivo hasta en 80 por ciento. Para el trabajo, el biólogo y su equipo realizaron pruebas con insectos procedentes de siete países productores de café, además de usar colonias criadas en laboratorio, y se dieron cuenta de que todas ellas compartían el mismo tipo de microbiota intestinal, pese a provenir de sitios diferentes. Específicamente, los microorganismos responsables de que prominentes de que la broca resista el efecto de la cafeína son las Pseudomonas, las cuales viven de este compuesto como su única fuente de carbono y nitrógeno. Ceja Navarro y sus colegas mostraron que las siete diferentes especies de broca tienen en su intestino Pseudomonas, por lo que se dieron a la tarea de inactivarlas experimentalmente mediante el uso de antibióticos. Luego de ingerir la medicina, los insectos perdieron su habilidad para procesar la cafeína y murieron.0
Posteriormente, a los insectos criados en laboratorio sin la biota intestinal se les administraron cepas de Pseudomonas, lo que les permitió comer cafeína. “Hasta ahora se habían enfocado en la parte externa de la planta pero no se habían revisado a los agentes causantes del problema, la broca, por eso decidimos ver no sólo un tipo sino varios y los resultados son sorprendentes”, dijo el investigador. Esto permitirá desarrollar nuevos métodos de biocontrol que estén enfocados en bloquear la habilidad de la broca para sobrevivir a una dieta rica en cafeína.