Garantías y certezas para vender quintales de café o toneladas de algodón en el futuro y pensar en su precio de venta antes de sembrar son parte de los temas que abarca el programa de cobertura de precios de productos agropecuarios que el Banco Multisectorial de Inversiones (BMI) presentó como modelo en un taller organizado por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Programa de respaldo
El programa, que nació luego de la crisis mundial en los precios de café, busca impulsar la “agricultura por contrato”, destacó Alfredo Alfaro, gerente de banca de inversión y desarrollo del BMI. “En agricultura por contrato necesitamos asegurar volúmenes con precio internacional”, señaló Alfaro. Así, el productor coloca su volumen de venta ante el beneficio de café o la COPAL (gremial algodonera) y luego un agente del Fideicomiso Especial de desarrollo Agropecuario (FEDA) posiciona la oferta de compra en una fecha determinada en la Bolsa de Nueva York.
Con un precio de compra a futuro, el productor cafetalero o algodonero puede recurrir a la banca local para aspirar a un crédito. El banco tiene la garantía de que los volúmenes tienen un respaldo en la Bolsa de Nueva York.
Luego de la venta de los volúmenes —un año después de la posición de compra—, el productor recibe al precio que fijó; así se recupera y paga deudas adquiridas a la banca.
“El FEDA permite proveer recursos, tiene una venta en la bolsa y avala al productor para recursos para su producción”, destacó Alfaro.
Sin embargo, para Marco Antonio Pérez, representante del Banco FICOHSA S.A. de Honduras, a pesar de que el programa es ingenioso, “necesita más apoyo gubernamental, más asesoría al productor de café que corresponde al campo y más instituciones estatales”. Distinguió, además, que el programa necesita una mayor participación privada.
Los asistentes al taller sobre manejo de precios agrícolas también ven viable el proyecto para granos básicos.