Al interior de la economía mundial, el café requiere de pocas presentaciones.
Se trata del segundo producto más importante en el mercado internacional después del petróleo, y del eje de más de 40 economías emergentes.
Algunos datos: en el continente africano, países como Uganda, Burundi o Ruanda le deben el 80% de sus exportaciones.
Y en la región de América Latina también juega un papel preponderante, ya que Brasil, Colombia, México, República Dominicana y Costa Rica son responsables del 45% de la producción mundial, según datos al cierre del 2005 de la Organización Internacional del Café (OIC).
México, en particular, es el tercer productor de café tradicional más importante de la región –con 4,2 millones de sacos de 60 kilos cada año-, y es el líder en la producción de café orgánico, producto cada vez más apreciado en el mercado internacional.
De hecho, los europeos -con los finlandeses, suecos y suizos a la cabeza- son sus principales clientes, con un consumo superior a los 10 kilos por persona al año.
Sobra explicar pues porqué unos 400.000 productores mexicanos podrían declararle la batalla en breve a Nestle si la multinacional de origen helvético amenaza su futuro.
Polémica patente
En febrero pasado, el gigante helvético de la alimentación, Nestlé, obtuvo la autorización de la Oficina Europea de Patentes para producir una planta de café genéticamente modificada (OGM), según afirmó la organización no gubernamental Greenpeace hace dos semanas (07.04).
La peculiaridad de esta nueva variedad de café, explica, es la mayor solubilidad del café en polvo; noticia que sobresaltó a organizaciones no gubernamentales y productores cafetaleros que ven una amenaza velada en la nueva patente.
Greenpeace acusa a Nestlé de haber olvidado su compromiso de no comercializar alimentos transgénicos, y afirma que la ingeniería genética que manipula el emporio suizo busca en el largo plazo un mayor control sobre la producción de materias primas.
“El hecho que Nestlé solicite una patente de café genéticamente modificado evidencia la ambición de la multinacional por obtener el control de la cadena productiva alimenticia; por crear monopolios que unirán la producción agrícola a la elaboración y comercialización de alimentos dejando de lado a los pequeños productores”, cita en el comunicado que elaboró sobre este tema.
Refiere también que detrás del café está en puerta el anuncio de patentes para bacterias de yogurt modificado genéticamente y de cocoa.
México, en contra
En materia de café tostado, cuatro empresas torrefactoras tienen acaparado el mercado mundial. En orden de importancia, hablamos de Philip Morris, Nestlé, Procter & Gamble, y Sara Lee.
De ahí que las decisiones que tomen cualquiera de ellos provoquen movimientos telúricos entre los productores.
En México, los estados cafetaleros por excelencia son Chiapas, Veracruz y Oaxaca; y del total de café cosechado cada año, el 66,2% viene de sembradíos familiares de menos de 10 hectáreas; y para decirlo con mayor simplicidad, 9 de cada 10 tiene menos de 5 hectáreas.
Esto explica que la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC) y la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores de Comercio Justo hayan levantado la voz en los últimos días para denunciar que una patente para café transgénico aplicable en México, y posiblemente también en Chile, haría estagos.
Consultado por swissinfo, Fernando Celis, miembro de la CNOC en México explica que “se prevé que Nestlé impulse la siembra en México del café genéticamente modificado si la patente se autoriza en el gobierno de Vicente Fox Quesada. Pedimos al gobierno que no acepte dicha solicitud”.
Por su parte, la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Comercio Justo agrega que debe anteponerse el interés de millones de familias campesinas al de la transnacional, ya que hay riesgo de que la producción de café OGM contamine la producción de café tradicional y sobre todo, al órgánico, producto del que México tiene el liderazgo de la producción mundial.
No es así: Nestlé
Consultada por swissinfo sobre el tema, Nestlé ofreció su versión sobre la controvertida patente.
Su vocero en Suiza, Francois-Xavier Perroud, afirmó que existe confusión al interior de Greenpeace, quien fue el punto de partida del debate.
“La patente a la que hace alusión (Greenpeace) fue autorizada desde abril del 2003, no en 2006. No hay nada nuevo.
“Desde hace años, Nestlé trabaja con universidades e institutos de investigación con objeto de mejorar las cosechas de café y los productos que comercializa. Nosotros no tenemos plantaciones, pero sí está en nuestros planes garantizar que tendremos abasto suficiente de café de buena calidad”.
“Esta es la razón por la cual hemos hecho públicos los estudios hechos sobre el genoma del café. Y las patentes que hemos obtenido en este ámbito tienen un carácter defensivo, esto es, sólo pretenden que ningún tercero pueda utilizar las citadas patentes y volverlas inaccesibles para Nestlé, o para nuestros proveedores”, cita Perroud.
Y finalmente, Perroud agrega categórico que por el momento no existe café genéticamente modificado en venta por parte de Nestlé, por lo que su compromiso de no manipulación de OMG´s sigue en pie.
swissinfo Andrea Ornelas |