afrol News, 15 de Mayo – Angola, que su día el cuarto productor mundial de café, está invirtiendo masivamente para relanzar su diezmada industria del café en un momento en que los bajos precios del mercado mundial están incrementando lentamente. Siendo su producción actual menos de una décima parte de su producción record en 1976, Angola planea alcanzar en pocos años los niveles de la producción que ostentaba a finales de los años 70.
El gobierno angoleño ha presentado un proyecto experimental para la producción de café en el municipio de Amboim, en la provincia de Cuanza, situada al este de la capital, Luanda. El gobierno asegura que se propone “relanzar el sector del café en Angola”, que en su momento era el cuarto productor mundial.
Según la Agencia Nacional para la Inversión Privada (ANIP), las autoridades de Luanda planean ahora “hacer todo en su poder para asegurar el éxito del proyecto de relanzar la industria del café, que implica aproximadamente 8,5 millones de dólares”.
El proyecto planea producir café robusta en un extensa área de cerca de 17.000 hectáreas, en el municipio de Amboim, donde el gobierno angoleño proyecta una producción anual de 40.000 toneladas – o cerca de 650.000 sacos (de 60 kilos cada uno).
Actualmente, la producción de café en Amboim suma alrededor de 900 toneladas o 15.000 sacos al año, con apenas 1.900 hectáreas de tierra dedicadas a su producción. La producción de café en el municipio – que tiene una larga tradición de cosecha – es así actualmente mínima, comparada a su potencial. El área de Amboin se vio fuertemente afectada por décadas de guerra en Angola.
En 2005, la producción total de café en Angola alcanzó los 75.000 sacos, lo que se considera una gota en el océano comparado a los importantes productores de café de África, como Etiopía (4,5 millones de sacos), Uganda (2,75 millones) y Kenia (1,0 millón), según las estadísticas de la Organización Internacional del Café (ICO). La producción mundial es actualmente de en torno a los 120 millones de sacos, siendo Brasil y Colombia los principales exportadores.
La modesta cosecha de café en Angola en 2005 representó incluso una gran mejora frente a los pobres resultados de años anteriores – con un promedio anual de 20.000 sacos -, indicando que las inversiones del gobierno en el sector ya están viendo sus frutos.
El país devastado por la guerra, sin embargo, todavía tiene que enfrentarse a un largo camino antes de que alcance las cifras de producción de hace un par de décadas. En 1975 y 1976, Angola produjo casi un millón anual de sacos. La guerra, que devastó particularmente las áreas rurales, condujo al lento pero constante derrumbamiento de la industria. Antes de 1985, las cosechas eran de 189.000 sacos, mientras que en 2004 las cifras habían descendido a 15.000 sacos.
El “relanzamiento” de la industria del café en Angola no va a contra la bienvenida de otros países competidores. Los precios del mercado mundial han sido muy reducidos desde el inicio del nuevo milenio, causando crisis sociales entre cultivadores en distintas partes del mundo. Especialmente, unos de los más perjudicados han sido los cultivadores del este de África.
Este año, los precios del mercado mundial se están recuperando perceptiblemente después de una crisis de cinco años. Irónicamente, la recuperación del precio está conectada directamente con la sequía en el este de África, dado que las cosechas se han visto reducidas en esta región. Distintos observadores discrepan sobre si los precios en aumento del café son una nueva tendencia a largo plazo o si sólo son un reflejo de la sequía en el este de África.
Los esfuerzos angoleños por recuperar su posición histórica entre los productores de café son una mala señal para otros países por varios motivos. Una gran producción angoleña de café no sólo puede influenciar el mercado en su totalidad, sino que también el precio de la mano de obra en Angola es un mal presagio. Los precios pagados por saco a los cultivadores en Angola han sido menos que la mitad de lo que reciben los cultivadores en Uganda, según demuestran las estadísticas del ICO. Los angoleños, por lo tanto, compite con eficacia en precios en el mercado mundial.
Para la población rural de Angola, profundamente empobrecida por la guerra, incluso una industria de café mal pagada significa un importante avance económico. El gobierno angoleño ha estimado que el proyecto de café en Amboim ayudará a salir de la pobreza a aproximadamente 4.000 familias en la región, o lo que es lo mismo, en torno a 30.000 personas.
Por staff writer