Colombia – ‘Sembradores de Paz’ realizó inversiones por $31.630 millones en zonas cafeteras pobres

Bogotá, Octubre 28/2005
• Programas de apoyo beneficiaron a 68.000 caficultores e indígenas de siete departamentos.
• La cifra de beneficiarios se superó en 47% por rendimientos financieros y por el apoyo de otras organizaciones locales que se vincularon al proyecto.
• Con programas educativos se capacitaron 1.490 docentes rurales y se atendió a más de 44.000 alumnos.
• Se mejoraron 1.473 viviendas y 2.687 fueron conectadas a acueductos.
• Capacitados 524 caficultores en prácticas de cultivos orgánicos, que hoy cultivan 14.925 hectáreas de café.
• Obras de infraestructura mejoraron calidad de vida de 21.195 personas.
• El balance de la primera parte del convenio fue presentado hoy en la Federación de Cafeteros, en un acto presidido por el embajador de España en Colombia, Carlos Gómez Mugica.
• La segunda fase del programa, que se extenderá por otros tres años, contará con cuatro millones de euros. Además, se iniciará otro programa en Antioquia, con 800.000 euros,en
varios municipios del suroeste del departamento.

El programa “Sembradores de Paz”, que desarrollan la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), con la Fundación para el Análisis y Estudios Sociales (FAES), realizó en sus primeros tres años inversiones por 31.630 millones de pesos, que beneficiaron directamente a más de 68.000 personas.
Este convenio de cooperación, que se inició a finales del 2001 y beneficia a las zonas cafeteras más pobres de siete departamentos, ha desarrollado una serie de proyectos en mejoramiento educativo, aumento del nivel de ingresos, mejora de las condiciones habitacionales y en acciones educativas y productivas para la construcción de una cultura de paz en los departamentos de Magdalena, Antioquia, Valle, Huila, Cauca, Nariño y el resguardo indígena San Jerónimo, en el departamento de Caldas.

El proyecto contemplaba inversiones para los tres años por 10.5 millones de Euros, de los cuales la AECI aportó 5.8 millones, 611.000 Euros la Fundación FAES y 4,07 millones los aportaron como contrapartida la Federación Nacional de Cafeteros, las comunidades beneficiarias, las gobernaciones, las alcaldías, la Caja de Compensación Familiar Cafam, la Fundación Manuel Mejía y los Comités Departamentales de Cafeteros, entre otras entidades.

El Programa “Sembradores de Paz I” atendió a poblaciones rurales pobres (campesinos e indígenas) que presentan altos índices de necesidades básicas insatisfechas, bajos niveles de escolaridad, riesgo de desnutrición por encima del 56%, pocas opciones para la generación de ingresos, baja participación de la mujer y una alta presión causada por el conflicto armado, que los hacen altamente vulnerables para el fenómeno de desplazamiento.

El balance de esta primera parte del convenio fue presentado en la Federación de Cafeteros, en Bogotá, en un acto especial que contó con la participación del embajador de España en Colombia, Carlos Gómez Mugica; la Vicepresidente Ejecutiva de la Fundación Humanismo y Democracia, Concepción Dancausa Treviño; el Gerente de la Fundación FAES, Francisco García de la Puerta; Maribel Alañon, Directora de la Fundación Humanismo y Democracia, y Rosa María Elcarte López, Coordinadora de la AECI en Colombia. Por el gremio, estuvieron presentes el Gerente General de la Federación, Gabriel Silva; el Gerente Administrativo, Luis Genaro Muñoz Ortega; el Gerente Técnico, Edgar Echeverri Mejía; la Gerente Financiera, Catalina Crane, y Adriana Mejía, Representante en Europa de la Federación de Cafeteros para la Cooperación Internacional y Alejandro Chaker, coordinador nacional de los proyectos.
El Embajador de España en Colombia, Carlos Gómez Mugica, y los funcionarios de la AECI se declararon muy satisfechos por la forma como la Federación, la Fundación FAES y los Comités de Cafeteros ejecutaron los programas y por los resultados obtenidos hasta el momento. De manera especial, destacaron la cobertura que se logró en el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades y en los programas educativos.

En el balance del convenio “Sembradores de Paz I” se destaca que con los programas educativos para adultos, Escuela y Café, Telesecundaria y Aceleración del Aprendizaje, se logró la capacitación de 1.490 docentes de igual número de escuelas y se beneficiaron 44.179 alumnos.
En los programas de infraestructura se mejoraron las condiciones de 1.495 viviendas y se conectaron 2.687 viviendas a acueductos rurales, con los cuales se mejoró la calidad de vida de 21.195 personas.

Con los programas productivos, que promueven la siembra de café orgánico, se beneficiaron 524 productores que actualmente cultivan 14.925 hectáreas, de las cuales algunos ya han recibido la certificación internacional como productores de café orgánico, lo cual les ha mejorado sus ingresos familiares significativamente, porque han recibido un sobreprecio de 30% por la venta del grano.

El proyecto de Gerencia Humanizada logró capacitar a 551 jóvenes en prácticas agropecuarias y gestión empresarial, y con el de Jóvenes Agricultores, 110 familias se han hecho propietarias de 550 hectáreas y están aplicando técnicas apropiadas para la explotación de la tierra.

Con el proyecto de atención integral a la comunidad indígena de San Jerónimo, corregimiento San Lorenzo (departamento de Caldas), 2.586 alumnos fueron vinculados a todas las metodologías educativas del programa. Ese grupo de indígenas adelanta hoy 285 proyectos productivos, entre los que ha tomado gran fuerza un programa de seguridad alimentaria, que ha permitido que en sus fincas produzcan los alimentos básicos que antes tenían que comprar.

El Gerente General de la Federación de Cafeteros, Gabriel Silva, se declaró muy satisfecho con el programa, agradeció al Gobierno español el apoyo que los caficultores más pobres del país han recibido por intermedio de la Agencia Española de Cooperación Internacional, y haciendo alusión al nombre del programa, dijo: “Con proyectos como éste se le puede demostrar al país y al mundo que la paz se siembra con hechos”.

Gabriel Silva destacó que “con los 10,5 millones de euros se amplió el total de beneficiaros previstos en 47%, gracias al sistema de trabajo federado del Gremio, ya que los Comités Departamentales lideraron y ejecutaron los proyectos con gran autonomía y lograron interesar a otras entidades regionales que se vincularon a los diferentes programas para lograr un mayor impacto en las zonas cafeteras”.

En el acto con el cual se dio por terminada esta primera parte del programa Sembradores de Paz, la Fundación para el Análisis y Estudios Sociales (FAES) le hizo entrega del balance a la Fundación Humanismo y Democracia (FHD), que de ahora en adelante será la encargada de continuar con este trabajo de cooperación del Gobierno Español en Colombia y en otros países.
La segunda fase del programa, que se ejecutará durante los próximos tres años, cuenta con recursos para inversión social por cuatro millones de euros (más de 11.000 millones de pesos colombianos al cambio de hoy) y atenderá a más de 30.000 beneficiarios directos.

Al final del acto, la Vicepresidente Ejecutiva de la Fundación Humanismo y Democracia, Concepción Dancausa Treviño, anunció un nuevo programa para el departamento de Antioquia, con un aporte de 500.000 euros adicionales, que comenzará a ejecutarse en diciembre y se extenderá por dos años.

Se trata de un proyecto para el fortalecimiento del liderazgo, la economía campesina y la biodiversidad en el corredor alto andino -Suroeste de Antioquia-, que busca mejorar la calidad de vida de 500 agricultores y sus familias en las zonas rurales más pobres de los municipios de Betulia, Concordia, Salgar y Urrao.

Este programa contará con una contrapartida del Comité de Cafeteros de Antioquia y la Corporación Autónoma Regional de Antioquia, Corantioquia, por el equivalente a 300.000 euros, para un total de 800.000 euros, es decir, unos 1.800 millones de pesos, al cambio de hoy. Estos recursos se utilizarán en dos líneas de acción básicas: la capacitación y formación en tecnologías de producción sostenibles y el fortalecimiento del liderazgo y la capacidad de asociación.