¿Se debe tomar en la misma mesa donde se ha comido?, ¿qué no debe faltar en su servicio?, ¿cómo han de ser las tazas?…
La cucharilla estará al lado del asa y ésta cerca de la mano derecha del comensal.
La comida ha ido sobre ruedas, desde los aperitivos hasta el postre. Ahora, llega el momento del café y sería una pena ‘arruinarlo’ todo al final. Y es que el servicio de esta bebida requiere sus propias reglas de protocolo. Estos son algunos consejos a tener en cuenta:
El café se puede servir tanto en la mesa donde se ha comido como en otro lugar de la casa (cuarto de estar, etc).
Nunca olvide preguntar a sus invitados cómo prefieren el café, dándoles distintas posibilidades: solo, corto, largo… Asimismo, disponga en casa de infusiones como té, poleo o manzanilla para ofrecerlas como alternativa.
El café puede llevarse a la mesa en una bandeja en la que no debe faltar: una jarrita con el café recién hecho, leche caliente, leche fría, distintos tipos de azúcar (pinzas en caso de servir terrones), edulcorantes…
Lo ideal es que el café se sirva en tazas de porcelana, gres o barro, que son los materiales que mejor guardan el calor. Las tazas vendrán apoyadas en su plato correspondiente, cuidando que la cucharilla esté al lado del asa y ésta, cerca de la mano derecha del comensal.
Es conveniente ofrecer unos dulces junto con el café. Inmediatamente después de éste, se servirán los licores.
Recomendaciones para un café ‘diez’
-Es importante comprar café fresco y recién tostado. -Utilice siempre café de tueste natural, nunca torrefacto (oculta los sabores naturales). -Haga siempre caso a las cantidades sugeridas por el fabricante (en general se recomienda una cucharada sopera por cada 225 ml de agua). -Lo ideal es molerlo en el momento que va a ser consumido. De esa manera conserva mejor sus aromas y sabores originales. -Asegúrese de que las cafeteras y demás utensilios están perfectamente limpios. Cualquier resto de preparaciones anteriores puede interferir en el gusto óptimo del café recién hecho. -Deberá servirlo tan pronto como esté preparado. Intente hacer la cantidad justa ya que no es nada recomendable recalentarlo para ocasiones posteriores. -Lo mejor es comprarlo en pequeñas cantidades y conservarlo en un recipiente hermético, en un sitio fresco y seco.