Empleos con sabor a café

Las manecillas del reloj marcan las cinco de la tarde. La hora del café. La cita transcurre en la Asociación de Madres y Padres de Alumnos La Paloma. Alrededor de una pequeña mesa de Educación Primaria. El lugar elegido para la reunión parece indicar, cual metáfora, el objetivo de la misma. Esto es, que las mujeres se atrevan a salir del cascarón doméstico y den sus primeros pasos en el mercado laboral. Un ámbito en el que, por desgracia, muchas malagueñas siguen acumulando tanta inexperiencia como la que revelan los inocentes trazos de los dibujos que pueblan las paredes de la clase en la que se desarrolla el encuentro, titulado ‘Charlas con café’. La iniciativa, organizada por la Consejería de Empleo, pretende dar a conocer los recursos de búsqueda de trabajo que oferta la Junta a través de asambleas distendidas, alrededor de una cafetera.

Dirigido por las unidades de barrio, este programa se puso en marcha en mayo de 2005. En lo que va de año, se han realizado nueve de estos talleres en la capital -en las zonas de El Palo, Centro-Capuchinos y Carretera de Cádiz- y han contado con la participación de un centenar de personas.

Sin formación

La técnico responsable de estas charlas,Virginia Martín Castillo, explica que el perfil de las asistentes al programa responde al de amas de casa de entre 22 y 55 años, la mayoría con amplia experiencia pero sin formación adecuada. ‘Se trata de mujeres que o bien nunca han trabajado o abandonaron el puesto para cuidar de sus niños y ahora quieren reincorporarse. La edad media de las que toman esta decisión ronda los 35 años’, sostiene Martín.

Pero la vuelta no siempre es fácil. Después de años desconectadas del entorno laboral, muchas de estas mujeres sienten vértigo al plantearse el regreso. Una aventura que les exige, además, el reciclaje profesional. A través de las charlas con café estas malagueñas aprenden a encontrar los cursos de formación ocupacional y a inscribirse en las oficinas de empleo. Tarea en la que la mayoría se sienten desorientadas.

‘Hay mujeres que no saben ni hacer algo tan básico como un currículo, por eso son tan necesarias estas iniciativas’, explica Gema Peña, una de las participantes de la charla de La Paloma mientras saborea una taza de café. Esta mujer de 36 años ha acudido al encuentro con la intención de enterarse de cómo hacer un cursillo de animadora para trabajar en los campamentos de verano.

Su aspiración, sin embargo, no coincide con la que manifiestan la mayoría de las asistentas. Así, según Virginia Martín, un elevado porcentaje de las que realizan los talleres quiere formarse para trabajar en ayuda a domicilio, atención a la infancia, como camarera de piso, vigilante de seguridad o administrativa.

Quien aún no tiene muy claro por dónde tirar es Karina Montenegro. Desde que desembarcó en España, esta argentina de 31 años ha trabajado en locutorios y en el servicio doméstico. Ahora, su deseo es lograr un trabajo mejor. Para eso asiste a la reunión. ‘Vengo a informarme para saber cómo buscar formación o inscribirme en el Inem’, dice.

Seis sesiones

El programa de las charlas con café consta de seis talleres, impartidos una vez a la semana por técnicos de las unidades de barrio. Durante las sesiones, estos profesionales van desgranando información sobre los distintos recursos de empleo a través de una metodología participativa. Además, el proyecto incluye un video fórum sobre igualdad de oportunidades, ‘que pretende desmontar los mitos que apuntan a que el hombre tiene que ganarse el sueldo y la esposa quedarse en casa’, relata Virginia.

La iniciativa se completa con visitas guiadas a centros de empleo y actividades de planificación del tiempo en las que las participantes aprenden la denominada dinámica del reloj. ‘Muchas no se animan a buscar un empleo porque se agobian y piensan que no van a poder compatibilizar la vida laboral con la familiar. Aquí les enseñamos a hacerlo’, indica Virginia que cifra en un 50 por ciento el éxito del programa. ‘La mitad de las mujeres que pasan por las charlas acaban acudiendo al Inem o apuntándose a cursos’.